miércoles, 25 de noviembre de 2015

"Paroxismo" de Kathalina Siza 

Nombre: Paroxismo 
Autor: Kathalina Siza
Editorial: Independiente
Año de Publicación: 2015
Número de páginas: 2
Tipo de historia: Relato

Relato:

Solía sentir ansiedad de la noche. Era mi condena al placer, me sentía algo manoseada pero al final feliz. No podía evitarlo, me enfermaba el hecho de no sentir los dedos dentro de mí, una vez apagaba la luz. No tenía una hora exacta, de repente comenzaba a humedecerme toda, y mi campo eréctil al igual que un soldado, estaba firme para comenzar la batalla. Era un juego entre los fríos dedos y mis labios húmedos. Mi placer aumentaba, cuando la carrera comenzaba. Esos eróticos círculos rebotaban en mis labios inflamados de placer, el movimiento desesperado adormecía mis manos, y como un disparo al aire, llegaba al clímax en un solo compás. Una vez terminaba el juego, me llenaba de ganas para el siguiente día.

Pero esa tarde fue diferente. Algo estaba cambiando, los dedos no tocaban mi cuerpo, mis labios estaban solitarios, angustiados, desconcertados y solos. Caminamos por horas, alguien nos esperaba, tenía miedo de aquel que tantas ansias producía, ¡cómo se atreve a guiar mis pasos! me escondí entre la cobardía. Tiritaba a solas. Perdía por momentos la cordura, rebotaba en el espeso ardor de la monotonía. No quería pensar. El placer era lo que me apetecía; y tuve ¡ansias!, ansias dañinas, amargas, o quizás ansias lujuriosas, pero al final ansias; de esas que penetran el cuerpo, y estremecen las entrañas, de esas que solo calmaría con su lengua, empapada en mi sabor.

De repente se apagó luz. Me llene de angustia, tenía miedo de aquel que escuchaba. El pacto estaba firmado, sentía sus besos, olía su cuerpo, era un sabor a vino añejo, derramado en su vientre para seducir las más inoportunas ganas de placer. Era una cárcel de sensaciones eróticas al ritmo de su movimiento, eran sus sentidos fálicos, los que suavemente se hundían en la libidinosa vulva. No quiero parar, mi mente repetía. Quiero que me bese toda, quiero que me llene de veneno los mayores labios hasta morir en su boca. Mi monte no estaba solo, recorría todo venus y al igual que el jinete daba pasos firmes dejando sus huellas, de aquel que pretendía sentirse dentro de mi cuerpo. Había bajado la guardia, me sentía lujuriosa, martillaba mi hastío, me empalagaba de humedad, ya no podía parar. Ha entrado por fin lo esperado. Éramos uno, vibraba mi desconsolado himen. Sus dedos golpeaban la línea mortal, separo mis labios, observo el escondite, el camino al clítoris era su reto, que con su lengua lo recorrió con osadía. Marco con señales su estadía, me devoraba con hambre, con sus ojos me decían “mía”. Mi destino se trasformaba en gemidos lentos en su oído. Sentada en su regazo, me apretaba en sus brazos. Me enfrentaba al delirio. Quería verle a los ojos, la fatiga inundaba mi cuerpo. Era imposible levantar la cabeza. Su arrogancia tiraba con fuerza, golpeaba mi cuerpo en fuertes movimientos llenos de placer y agonía.

Ahí estaba, le miraba fijamente. Las gotas en su rostro delataban su alegría. Su narcisismo empalagaba de nubes mi estadía, el vaivén de su abdomen respondía a mis caricias; y como si cayeran al viento, tomaba en sus manos mis pechos. Su presunción era evidente, me quería suya. Pero no era suya, ni de este, ni de aquel, no de ese extraño que estremecía mi piel. No de aquel que desconocía, no de aquel que empapaba su lengua en profundo placer. No era suya y nunca lo seria. Algunos han intentado colonizarme sin tener éxito, tan solo me compartía, con aquel que nada prometía. Su ejercicio estaba firmado, lo conocía muy bien. Mis piernas temblaban, con temor a repetir la travesía. El reloj derrotado avanzaba. El silencio reposaba en el cuarto. Suavemente el extraño de la foto me abrazaba. Qué ironía, cuantas veces dije ¡nunca!, ¿qué pasaba por su mente?, era ególatra como la noche. Prepotente como el gato moviendo su cola. Acariciaba su pecho, codiciaba su caos, su enfermedad, su locura, su malicia. No estoy en sus manos. La dosis era suficiente. El efecto se pasmaba, y al igual que la vagina, dormía. Era una despedida. Recosté mi cabeza en su pecho. Cerré los ojos, guarde su aroma, memorice su piel. Fue un momento cataléptico, ¡cataléptico en tu toda su existencia!, mi vitalidad se desmoronaba. Se perdía en sus ojos, se acurrucaba en su pelvis, tenía su sabor en mi boca, sabor agridulce de culpa y pudor.

Observe mientras se vestía. Su mirada era inerte, sonreía. Camino a la horca me disponía. No era momento de arrepentimientos vanos. Todo se lo había llevado el hostil lugar. Sabía que era el último día. Que mi encuentro casual se consumía, lo tenía claro, tan solo las marcas en mi piel, serian la firma de un pacto, con un sujeto extraño. Aquel que me había dejado plasmada de deseo y perpetúa humedad. Pero no quería atarme a su caprichosa manera de menearse sobre mí. Quería ser libre. Aunque ardiera en su fuego, pero libre al fin. Su cuerpo lo decía todo. Su silencio era mortal, su frialdad calculada no era coincidencia. Estaba jugando a perderme, y yo quería que ganara la partida. 


Mi opinión: 

No entiendo como algo tan corto puede expresar tanto, son apenas una hoja y media y sentí toda la angustia, la alegría y desolación que sintió nuestra protagonista sin nombre, y con esto solo puedo comprobar que si un texto esta bien escrito, no necesita saber el nombre, la edad o una descripción física del personaje para identificarme con ella. 

No hubo diálogos, ni la intromisión de otro personaje, pero me llego y lo asimile, la verdad es como si estuviera leyendo la mente del personaje y fuera yo la que viviera sus penurias. 


Este es un texto de una amiga y la cual le agradezco que me lo enviara, a la cual invito a que siga escribiendo, pero que por favor sean más largos. 


Nos leemos a la siguiente, espero que les guste el relato y espero ansiosa sus comentarios. 


A ella la encuentran en las siguientes redes sociales. 


https://www.facebook.com/kthasisa.camargo?fref=ts


https://twitter.com/SorCata30

1 comentario:

  1. Muy erótico e intenso.Muy bueno!
    Es mi género favorito junto con la fantasía

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